Sur son blog don Pepe y don José, Mariano reproduit ces quelques lignes simples et universelles écrites il y a plus de quarante ans par Gregorio Corrochano :
"Para ver una corrida de toros, es condición indispensable no perder de vista al toro. Es muy importante lo que hace el toro. Donde está el toro, está la corrida. El que sólo mira al torero, ve la mitad. Hay que mirar al toro y al torero, pero primero al toro. Todo gira en el ruedo alrededor del toro. Por él dictó la experiencia de los grandes maestros las reglas de la Tauromaquia, que son las leyes de la gravitación del toreo. El toro, no solamente es el protagonista, es el objeto del espectáculo. El espectador que distrae su vista del toro, en aquel instante deja de ver la corrida. Al mirar al toro, no solamente vemos lo que hace el toro, sino lo que hacen con él los toreros. Y relacionando lo que hace el toro y la intervención del torero, que esto es la corrida, juzgamos. Acabamos de definir la lidia. La posibilidad del toreo, la da el toro. Y de esto, depende el conocimiento del espectador. No olvidemos esta premisa:el toreo es función del toro."*
Il y a mille et une façons de ressentir une corrida, mille et une façons de la vivre, de l'analyser et de se la rappeler. Ces différences peuvent parfois laisser perplexe, mais elles participent de la richesse de la tauromachie que nous aimons. Mais il n'y a qu'une façon de regarder une corrida : en regardant le toro. Tout le reste en découle.
Et vraiment s'il n'y a rien à regarder, il reste toujours les dos nus.
* Cuando suena el clarín de Gregorio Corrochano (1961).
Photographie Novillo de Zaballos combattu par Alberto Lamelas à Céret en 2007 © Campos y Ruedos